Terapias de pareja en Valencia
¿Qué es la terapia de pareja?
Todas las relaciones personales pasan a lo largo de su vida relacional por situaciones de conflicto.
Nuestro cometido consiste en reestablecer esa relación que se ha ido deteriorando con el tiempo o ayudarles a resolver los conflictos mediante la terapia de pareja.
¿Por qué se producen estas crisis?
Las causas más frecuentes para acudir a terapia de pareja son las siguientes:
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Falta de comunicación
“Tus palabras me dañan el oído”
Al principio de conocer a una persona todo nos parece maravilloso, algunas personas cuentan esta experiencia como lo mejor que les ha ocurrido en su vida, ven a su otro yo, como parte de si mismos.
En esta primera etapa no se exige nada, todo es perfecto y, aunque vean cosas que les molestan, se las callan ya que piensan que el otro se puede molestar y así comienza el problema de la comunicación.
Si no hay suficiente confianza para decirle al otro lo que realmente piensa de él /ella con el tiempo se va a ir agravando, ya que lo que no se establece desde un principio es muy difícil cambiarlo después.
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Sexualidad
“Cuando el sexo no es lo importante”
En la etapa de enamoramiento todo es sexo, nuestro cerebro rezuma oxitocina por todo sus poros, cualquier momento es el adecuado, no hay excusas.
Tal y conforme va madurando la relación, el amor más físico se convierte en mental y se va relajando la pasión, poco a poco se va dejando el sexo como algo secundario, ya no es algo tan importante.
En parte puede ser cierto, no es lo más importante, pero si que es muy importante, ya que una relación sin sexo se convierte en otro tipo de relación, en este caso son dos amigos que se llevan bien, que se hacen compañía y que se respetan pero que se les ha apagado la llama, cuando esto ocurre parte de la relación se muere.
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Respeto y tolerancia
“El aire que tú me das”
El respeto y la tolerancia son fundamentales.
Muchas personas buscan aventuras fuera de su pareja, la infidelidad se ha convertido en una conducta normal que puede destruir el núcleo familiar.
Las personas se engañan y después justifican el engaño: “no me da todo lo que yo necesito”, “todo el mundo lo hace y no pasa nada”, etc.
Esto suele ocurrir porque hay una falta de respeto hacia la pareja o hacia el núcleo familiar, ya que en ningún momento nos ponemos en el lugar del otro.
Por otro lado, hay relaciones en las que se impone la ley marcial “la opinión y las decisiones del otro no cuentan” y uno, el que tiene la personalidad más fuerte, acaba anulando al otro.
La intolerancia es también una de las aptitudes que más perjudican a las relaciones, fomenta la falta de independencia.
Recordemos que la pareja se compone de “un tú”, “un yo” y “un nosotros”, y hay algunas personas que se vuelven tan absorbentes que no dejan que el otro viva parte de su vida de una manera independiente, llega un momento que esta postura asfixia la relación y se vuelve insoportable.
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El compromiso
“Hasta que un juez nos separe”
Para algunas personas la palabra compromiso significa atadura, aquí estaríamos hablando de la pareja antidependiente.
Si depende del otro, pero solo cuando él /ella lo decide, significa que tiene miedo a que le quiten su libertad.
El antidependiente sale corriendo ya que le produce pánico sentirse parte de un núcleo familiar.
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Familia externa
“Dos son compañía, tres son multitud”
Cuando la pareja convive con los suegros o toman sus decisiones dejándose aconsejar por una u otra familia o familiar, y uno de ellos no es aceptado por parte de la otra familia, se entran en discusiones por defender a su familia externa.
En algunas ocasiones la manipulación de una parte u otra de la familia externa se hace inocentemente pero, acaban haciendo mucho daño a la relación, así como a los hijos de la misma.
Muchas parejas acaban separándose a causa de las discusiones mantenidas con las familias. Recordemos que los acuerdos, las decisiones y la intimidad son solo de la pareja.
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Abuso físico y emocional
“Victima y verdugo y viceversa”
En las relaciones de personas dependientes se establecen varios roles:
-Uno es el de víctima, que suele ser una persona dependiente que acata todo lo que le manda el otro/a por miedo a su perdida.
-Y el otro es el de verdugo, que somete a su víctima a su voluntad a base de anularle la suya propia.
El verdugo elige muy bien a su víctima y sabe que si nadie le abre los ojos la mantendrá a su servicio para toda la vida, la manipula por medio del chantaje emocional hasta llegar a la humillación tanto física como verbal y emocional.
El verdugo sabe tejer muy bien su tela de araña, manteniendo bajo control a su presa, anulándola, sometiéndola, diciéndole lo que tiene que hacer y recriminándole lo mal que lo hace.
Se estable así un circulo vicioso víctima–verdugo del cual es muy difícil salir, ya que ambos miembros establecen una relación simbiótica (uno no puede vivir sin el otro).
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El amor
“Ese dulce tormento”
La palabra amor tiene tantos significados como personas hay en la tierra, para cada uno de nosotros el amor simboliza una cosa diferente que varía según nuestras experiencias.
Pero si es tan maravilloso como dicen, ¿por qué sufrimos tanto por amor?
Cuando una persona se separa queriendo a la otra, pierde a la otra persona o se siente engañada, el sufrimiento es tan grande que hasta le duele físicamente, pero y cuando el amor se acaba ¿por qué se acaba?
Todo lo que al principio de la relación nos parecía fantástico y maravilloso con el tiempo y en vez de mejorar como un buen vino se acaba agriando como el vinagre.
Esto ocurre a consecuencia de que hemos perdido la ilusión, ya no hay comunicación, el sexo es inexistente, se ha perdido el apetito sexual, hemos metido a otros en una relación de dos, hemos perdido el respeto, ya no se aguantan, uno ha anulado, uno ha absorbido la vida del otro o no hay compromiso mutuo.
Todo esto contribuye a que la relación se deteriore y acabe muriendo como una planta que no hemos abonado, regado y cuidado con amor, la solución para todo ello es acudir a terapia de pareja y empezar desde el principio con un especialista.
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