En este blog os vamos a hablar del control de impulsos, como mejorar este aspecto de vuestra vida y su necesidad. Todo el mundo muestra comportamientos impulsivos de vez en cuando. Ya sea porque acabamos comiendo cuando estamos a dieta o compramos ese videojuego que luego nunca vamos a jugar, la impulsividad ocasional es normal. Sin embargo, para una persona con un trastorno del control de impulsos, este tipo de comportamiento ocasional se vuelve incontenible. Un trastorno del control de impulsos es una afección en la que una persona tiene problemas para controlar las emociones o los comportamientos. A veces, esos comportamientos no tienen en consideración los derechos de los demás o entran en conflicto con las normas sociales y la ley.
Los ejemplos de trastornos del control de impulsos incluyen el trastorno de conducta, el trastorno explosivo intermitente, la cleptomanía o el juego compulsivo.
Síntomas que indican falta de autocontrol
Los síntomas del trastorno del control de impulsos difieren en función del tipo específico de trastorno. Pese a esto existen diversos síntomas que son comunes a la mayoría de los trastornos del control de impulsos:
- Experimentar pensamientos obsesivos.
- Impaciencia para demorar los procesos de gratificación.
- Experimentar ansiedad antes de incurrir en un comportamiento impulsivo.
- Volver repetidamente a los comportamientos impulsivos, aunque estos tengan consecuencias negativas.
“Nos siempre puedes controlar el viento, pero puedes controlar tus velas.”
– Dr. Bob Chope
Trastorno del control de impulsos en niños
Los síntomas del trastorno del control de impulsos en los niños pueden resultar más difíciles de descubrir que en los adultos, porque los niños generalmente son menos precisos para expresar sus procesos de pensamiento y las experiencias emocionales.
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Trastorno del control de impulsos en adultos
En el caso de una persona adulta, hay más posibilidades de ahondar en las raíces del problema si puede explicar con cierto detalle sus sensaciones y los procesos de pensamiento relacionados con ellas. Pero esto no es siempre así y suele requerir profesionales experimentados en este tipo de procesos; especialistas con capacidad para orientar al paciente en el sentido más productivo de la introspección necesaria.
Consecuencias de padecer falta de control de impulsos
Los trastornos del control de impulsos pueden causar perjuicios significativos en la vida cotidiana de una persona. Si no se tratan adecuadamente, estas complicaciones diarias pueden terminar convirtiéndose en consecuencias graves a largo plazo. Algunos posibles resultados negativos que podrían experimentarse si los síntomas de un trastorno del control de impulsos no se tratan serían:
- Dificultades para desarrollar y mantener relaciones interpersonales saludables.
- Llegar a incurrir en conductas autolesivas.
- Frecuentemente conllevan un alto riesgo de fracaso académico.
- Pérdida de empleos y precariedad laboral al no ser capaces de cumplir con las responsabilidades en el trabajo.
- Disminución continuada de los sentimientos de autoestima.
- Dificultades financieras.
- Consecuencias legales al incurrir en conductas peligrosas o delictivas.
Tipos de trastornos del control de impulsos
El control de los impulsos también es una característica clave en otros trastornos y desórdenes, como la bulimia o el abuso de sustancias. Aunque estos otros trastornos se clasifiquen como otros tipos y no estrictamente como trastornos del control de impulsos, los procesos de control juegan un papel importante en ellos. Entre los que sí se consideran trastornos de control de impulsos encontramos:
Cleptomanía
La cleptomanía se caracteriza por el robo repetitivo e incontrolable de artículos que no son necesarios para el uso personal. Aunque la cleptomanía generalmente comienza al final de la adolescencia o al principio de la edad adulta, el trastorno se ha informado en niños de tan solo 4 años y en adultos de avanzada edad. Las personas con cleptomanía suelen informar de una intensa culpa y vergüenza. Los artículos robados generalmente se guardan, se regalan, se devuelven a la tienda o se desechan. Muchas personas con cleptomanía han sido detenidas en algún momento como resultado de su comportamiento de robo.
Piromanía
Las personas con este tipo de trastorno del control de impulsos inician incendios deliberadamente sin tener en cuenta la destrucción o las lesiones que puedan causar sus acciones.
Trastorno explosivo intermitente
El trastorno explosivo intermitente está asociado a la incapacidad de controlar los impulsos y de responder con rabia a desencadenantes menores, pudiendo llegar a convertirse en violencia física. Estos arrebatos impulsivos de ira repetidos son siempre excesivos en comparación con la importancia del evento que los desencadena.
Juego patológico y compras compulsivas
Estos dos tipos se consideran tradicionalmente un trastorno del control de los impulsos, pero actualmente se los suele categorizar como una adicción al proceso. Son personas que no pueden resistir el impulso de jugar o el de comprar. En muchos casos la adición es al propio proceso de apostar o comprar, y resulta independiente del hecho de ganar o perder, o de la necesidad y utilidad de los bienes comprados.
La importancia de tratarlo en un centro cercano
Para quienes padecen esta afección, es muy difícil manejarla por su cuenta. Hay que tener claro que este trastorno es una condición médica que debe ser tratada por especialistas. El tratamiento será diferente para cada persona, por eso es importante un centro cercano en el que poder realizar un seguimiento específico basado en el conocimiento minucioso de cada caso. Ante cualquier duda al respecto de este tipo de trastornos, en Instituto Somos estamos siempre disponibles para ofrecer el apoyo y las opciones de tratamiento profesional que pueden ayudar a vivir una vida libre de compulsiones.